Manolo y Alicia se conocieron en Madrid, entonces no fueron conscientes que, a partir de esa día, sus vidas darían un giro inesperado; ¡nacía un amor de auténtico ensueño!, pero no fue hasta un año después cuando volvieron a encontrarse, precisamente en una boda de unos amigos. El flechazo fue inevitable y apenas dos años después confirmaron su compromiso en la Catedral de Murcia. ¡Un romace de película!